viernes, 15 de marzo de 2013

periodistas

-Cuando vuelvo a Chile (en 1987) sigo tocando con mi familia. Antar nació mientras estuve en el exilio, y aquí me doy cuenta de que él es una persona fundamental en mi vida. No sólo por ser el hijo de mi hija, sino porque tiene que ver con mi trabajo: con lo que hice antes de que él naciera, cuando él nació, y porque luego él creció y quiso acompañarme, no se acomplejaba de tocar con la abuela. Esa continudad de la vida también es mágica. Porque de hecho el Antar tocaba con otras personas, pero cuando tenía dieciséis años y fuimos a la tele y la (periodista) María Inés Sáez le preguntó "Bueno, Antar, ¿cuál es tu grupo?", él dijo "Éste es mi grupo". Y el grupo era su mamá y yo. Antar me permitió seguir en este camino de regreso.









la historia

Es la historia que sufrió un vuelco brusco en septiembre de 1973, cuando tras el golpe militar Isabel Parra se refugió en la embajada de Venezuela y salió al exilio, primero a La Habana y a Berlín y luego a París, donde se estableció en noviembre de 1974. Desde allí inició un trabajo sostenido como parte del movimiento de solidaridad con Chile, mientras en el país su música y la de artistas como Víctor Jara, Quilapayún, Inti-Illimani y muchos más quedaba proscrita por los militares. Sólo en 1987 regresó, con una memoria del destierro documentada en los seis nuevos discos que grabó entre 1975 y 1987 y en los catorce años de actuaciones constantes en escenarios de Europa, Asia, Oceanía y las tres Américas antes del retorno definitivo.






jazz


Solo se reúnen para perfeccionar sus interpretaciones, pero nunca deciden qué canción tocarán al día siguiente. “Nosotros no montamos temas, hacemos mezclas improvisadas con tendencias del jazz, el funk, la cumbia y el punk ”, señala Pablo Cardona, guitarrista del grupo.
El nombre hace referencia al espacio libre. Se han presentado en la torre de El Cable, el Ecoparque los Yarumos y algunas zonas tradicionales de la ciudad.
También, han sido invitados a bares como Casa Trama y El Hostal. En cada presentación, Freejol invita al público a que componga letras y, junto con ellos, las musicalicen.








martes, 12 de marzo de 2013

Germán Vargas

Por su parte, este pintor asegura que cuando recibió la noticia de Fiorillo, sintió que se trataba de "algo mágico, porque no es que yo o mi obra hagamos parte del carnaval, sino que el carnaval hace parte de nosotros, del mismo modo, como me sucedió con La Cueva, porque con ellos sucedía algo muy extraño: se entraba, pero ya nunca más se salía de ahí".

De los días junto al célebre grupo de Barranquilla, Loochkartt no puede citar ninguno de los temas sobre los que conversó con sus contertulios, entre los que se cuentan Alejandro Obregón, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas y Álvaro Cepeda Zamudio; sobre todo porque se vinculó a La Cueva siendo todavía un estudiante de Bellas Artes que "escuchaba más que debatía". Aunque, recuerda que sintió que lo habían integrado plenamente cuando le entregaron "un 'casillero etílico' con llave personal. Cada uno tenía en su locker su botella de whisky, de ginebra, de vodka, con sus vasos y copas, y le ponían una marca en la botella si es que uno no se la acababa". 











séptima versión

Todo ese desborde de imaginación, de reverencia y adoración al carnaval fue justamente lo que llevó a Heriberto Fiorillo, director del Carnaval de las artes, a escoger a Loochkartt como el artista al que le rendiría homenaje en esta séptima versión. 

"Estábamos en mora de hacérselo -comenta Fiorillo-. Por un lado, porque es uno de los miembros más jóvenes del grupo de Barranquilla, pero, más que nada, porque es un artista que ha dedicado mucho de su obra al carnaval". Esos son los motivos por los que el teatro Amira de la Rosa se vestirá de Loochkartt durante el evento.