El cuarto álbum en la carrera de una banda puede ser más que un reto estadístico, un reto en capacidad de creación. Pocas bandas actuales han logrado sortear esta frontera con sabiduría y grandeza como los Arctic. Sus colegas contemporáneos como Franz Ferdinand y The Killers aún viven de las regalías de los cheques. Pero estos cuatro ingleses han demostrado desde su épico debut de 2006, 'Whatever People Say I Am, That's What I'm Not', que están hechos para grandes retos.
El sonido del álbum es ecléctico, recoge el romanticismo y elegancia de The Smiths, pasando por la fuerza de los Stone Roses y sonidos andróginos cercanos a Suede. Interesante apuesta para una banda que se nutrió de una movida que cambió el curso del rock y que le debe a Paul Weller su principal legado: ofrecer un gran puñado de buenas canciones. Alex Turner se graduó como letrista y su banda como una de las más importantes del momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario