El ingreso de Laurenz no venía con buenos augurios. Hasta ese momento era prácticamente un desconocido que iba tocar como segundo bandoneón de un músico ya consagrado como era Pedro Maffia que, además, prácticamente no hablaba con el director de la orquesta. Sin embargo, no sólo no tuvo fallas su presentación sino que además se creó una amistad con Maffia y formaron uno de los dúos de bandoneones más famosos de la historia del tango[3]
lunes, 6 de diciembre de 2010
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